Zygmunt Bauman.
Al encuentro de la felicidad, buscada en las tiendas, con la excusa o la necesidad de creer que las fiestas sin compras pueden hacernos más infelices,...sin tiempo a darnos cuenta la ruleta sigue, no se nos vaya a desmontar el sistema del consumo, llegan ..."las rebajas", que seguramente seguirán contribuyendo a nuestra felicidad, aunque esta sea efímera, de momentos, horas,...y si no preguntate,...¿ cuando has regresado a casa sin realizar ninguna compra, porque lo que viste no se ajustaba a lo que necesitabas, perdón, que esto de necesitar no se yo si es correcto mejor no se ajustaba a lo que querías, has notado si tu estado de ánimo ha cambiado? ¿ quizás más bajo de ánimo? ¿ de malhumor, tal vez? ¿quejándote de la locura, la gente, el ruido,..? ¿No serán acaso excusas y simplemente eres un poco menos feliz porque has regresado a casa sin comprar?
Y cuántas de esas compras, como apunta Zygmunt Bauman ( te recomiendo alguno de los últimos libros de este sociólogo polaco de 89 años, no tiene desperdicio; " 44 cartas desde el mundo líquido", " La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?) son compras tranquilizantes, bálsamos de un sentimiento de culpabilidad, de todo aquello que no hacemos o de todo aquello que nos hemos alejado y que es lo que realmente tiene sentido, de los que tenemos al lado, de lo que nos sentimos próximos, del sentido de las pequeñas cosas y momentos de compartir, el tiempo que dedicamos a la família, a la conversación, la reflexión,...
Ah!!!! el tiempo!!!!!!! eso que no tenemos, deprisa ,deprisa, corre que llegas tarde,...pero; ¿adonde ibas? Cierto que la sociedad ha cambiado, pero no cometamos el error de pensar que los cambios significan COSAS NUEVAS, y mucho menos que lo NUEVO, por ser nuevo es mejor, Este pensamiento tiene trampa, ya que si no te adaptas a los cambios y a lo nuevo que se supone que es mejor, entonces eres un retrógrada o un nostálgico de tu pasado ( que indudablemente fue mejor en muchas cosas, puede que en otras no). De todo esto habla un poco este sociólogo, de la sociedad líquida, de los tiempos líquidos, por contraposición a lo sólido, lo estable, lo duradero, ... el consumo no permite hacer que nuestro mundo sea más sólido o estable, ya que se trata de consumir, de acercarse al consumo de lo nuevo, sea lo que sea, consumir ocio y tiempo libre, cultura, ropa, comida, tecnologia, servicios,...y si no, fijate que la noticia es que ha salido una nueva pantalla, la HIPERALTARESOLUCIÓN, la 3D de hace dos años obsoleta, las pantallas curvadas del años pasado,... obsoletas,.... millones de personas haciendo cola toda la noche para adquirir el nuevo iphone 6, y pasará igual con el 7, el 8 y el 22, si además consumes y consumes, al final eres un enfermo, un adicto, en el mejor de los casos un friqui.
Pero tranquilo, no estamos solos, tenemos muchos amigos y muchos " me gusta", ah! no me digas que no sabes de que hablo, si hombre sí, de las redes sociales , las que por fin han conseguido que las personas sean más felices, se sientan menos solas y aisladas, más protagonistas, superconectados con un montón de tonterias, peros superconectados que es lo que importa, y cuanta CANTIDAD, pero que POQUITA CALIDAD , de vínculos, relaciones, conexión, entendimiento, profundidad, autoconocimiento, autenticidad,....
Llegados a este punto parece obligado detenerse, que pesimista parece todo ¿no?, pues ea!, que parezca lo que parezca porque me hace feliz verlo así en este momento, ya se que existen otras realidades, otras potencialidades, que no todo es blanco o negro, pero no me voy a poner ahora en plan tertuliano objetivo, va a ser que no. No todo lo nuevo está sirviendo para que las personas seamos más felices, si echamos un vistazo la mediocridad y la precarización inunda muchos espacios de nuestras vidas. Es responsabilidad de cada uno no caer excesivamente en las trampas que nos deparan los nuevos tiempos. Y también una responsabilidad social y colectiva en la que nuestros líderes tendrían que estar a la altura, pero ya se sabe, ellos tampoco pueden hacer nada, ya que estan atrapados entre los MERCADOS y los ELECTORADOS.