Diumenge, 15 Març 2020 12:34

Fem coses senzilles per afrontar millor el confinament pel COVID-19

Informatius Tve Son moments difícils i estem davant una situació totalment nova per tots, per això es important contribuir desde la responsabilitat individual i colectiva a fer front de manera eficaç a aquestaq crisi sanitaria i social. Us deixo un breu document de com afrontar el confinament pel COVID-19.

COMO AFRONTAR EL CONFINAMIENTO COVID-19[1]

 

En Catalunya, como en el resto del mundo las autoridades sanitarias piden a las personas que han contraído o han estado expuestas al nuevo coronavirus que sigan unas líneas de prevención y protección, para si mismos y para las personas de su entorno, que consisten básicamente en mantener distancia social (contacto con otros) permaneciendo aislados (cuarenta) durante 15 días en un esfuerzo por frenar la propagación de la enfermedad.

El distanciamiento social significa mantener una distancia segura (aproximadamente 6 pies- 1 metro) de los demás y evitar espacios públicos o concurridos (escuelas, salas de fiestas, conciertos, restaurantes, transporte transporte...).

La cuarentena implica evitar el contacto con otras personas si una persona ha estado expuesta al coronavirus para ver si se enferma.

El aislamiento implica la separación de un individuo que ha contraído COVID-19 para evitar que se propague a otros.

Pasar días o semanas en casa con recursos limitados, estimulación y contacto social puede afectar la salud mental. Aunque faltan estudios controlados sobre intervenciones para reducir los riesgos psicológicos de la cuarentena y el aislamiento, los psicólogos recomiendan seguir una serie de pautas para manejar el confinamiento de manera que sea menos disruptivo.

Aquí hay un resumen de la investigación sobre distanciamiento social, cuarentena y aislamiento, así como recomendaciones sobre cómo las personas pueden hacer frente si se les pide que tomen tales medidas.

 

¿Que esperar?

 

Es probable que las personas a las que se les solicite quedarse en casa debido a una enfermedad, exposición o propagación activa de COVID-19, al menos dos semanas, el período de incubación estimado para el virus.

El efecto del confinamiento comporta que las fuentes de estrés se relacionen con una disminución significativa de las actividades y rutinas cotidianas, una baja estimulación sensorial y disminución del contacto social, asimismo la tensión por motivos económicos (no poder trabajar), y la disminución de actividades que solemos hacer habitualmente para desestresarnos como ir al gimnasio, reuniones sociales , actividades de ocio, etc.

La investigación en psicología ha identificado que durante un período de distanciamiento social, cuarentena o aislamiento, se puede experimentar:

 

Miedo y ansiedad

 

Puede sentirse ansioso/a o preocupado/a porque usted o los miembros de su familia contraigan COVID-19 o lo transmitan a otros. También es normal tener preocupaciones sobre la obtención de alimentos y suministros personales, cumplir con obligaciones de cuidado familiar, etc.. Algunas personas pueden tener problemas para dormir o para concentrarse en las tareas diarias.

 

Depresión y aburrimiento

 

Una interrupción de las rutinas cotidianas, de no acudir a trabajar o poder realizar  otras actividades significativas interrumpe el sentido de continuidad que nos proporciona habitualmente sensación de control, la interrupción puede provocar sentimientos de tristeza o mal humor. Períodos prolongados de tiempo en el hogar también pueden causar aburrimiento y soledad.

 

 

Ira, frustración o irritabilidad.

 

Ver restringida la libertad de movimientos, el sentido de agencia y la libertad personal puede generar frustración. También puede experimentar enojo o resentimiento hacia aquellos que han emitido órdenes de cuarentena o aislamiento o si siente que estuvo expuesto al virus debido a la negligencia de otras personas.

 

Estigmatización

 

Si está enfermo o ha estado expuesto a alguien que tiene COVID-19, puede sentirse estigmatizado por otras personas que temen contraer la enfermedad si interactúan con usted.

 

Poblaciones vulnerables

 

 

Las personas con antecedentes de salud mental preexistentes y las profesiones sanitarias que ayudan con la respuesta al coronavirus pueden tener un mayor riesgo de experimentar angustia psicológica cuando se ven involucrados en medidas de distanciamiento social, cuarentena o aislamiento.

Las personas con discapacidades que requieren dietas especializadas, suministros médicos, asistencia de cuidadores y otras adaptaciones también corren el riesgo de sufrir desafíos psicológicos durante una pandemia debido a las dificultades para recibir la atención que requieren.

 

¿Cómo hacer frente?

 

Algunas pinceladas en informatius TVE

 

Afortunadamente, la investigación psicológica también señala formas de manejar estas condiciones difíciles.  La situación ideal según los expertos comportaría ser proactivos de manera que antes de que se promulguen las órdenes de aislamiento social, cuarentena o aislamiento, se pudiera planificar con anticipación, todo y que también pueden llevarse a cabo una vez decretado el confinamiento. Estas medidas previsoras tienen que ver con: ¿cómo puede pasar su tiempo?, a ¿quién puede contactar para obtener apoyo psicosocial? y cómo puede abordar cualquier necesidad de salud física o mental que usted o su familia puedan tener.

 

 

Limite el consumo de noticias a fuentes confiables

Es importante obtener información de salud pública precisa, oportuna y actualizada con respecto a COVID-19.

Una exposición excesiva a la cobertura mediática del virus puede conducir a una mayor sensación de miedo y ansiedad. Los psicólogos recomiendan equilibrar el tiempo dedicado a las noticias y las redes sociales con otras actividades no relacionadas con la cuarentena o el aislamiento, como leer, hacer actividades físicas moderadas (estiramientos), escuchar música, pequeñas actividades domésticas, ... 

 

 

Crea y sigue una rutina diaria

Mantener una rutina diaria puede ayudar a adultos y niños a preservar un sentido de orden y propósito en sus vidas a pesar de la falta de familiaridad del aislamiento y la cuarentena. Intente incluir actividades diarias regulares, como trabajo, ejercicio o aprendizaje, incluso si deben ejecutarse de forma remota. Integre otros pasatiempos saludables según sea necesario.

 

 

Mantente conectado virtualmente con otros

Sus interacciones cara a cara pueden ser limitadas, pero los psicólogos sugieren usar llamadas telefónicas, mensajes de texto, video chat y redes sociales para acceder a las redes de apoyo social. Si te sientes triste o ansioso, utiliza estas conversaciones como una oportunidad para discutir tu experiencia y las emociones asociadas. Comuníquese con aquellos que conoce que se encuentran en una situación similar. Ya se han formado grupos de Facebook para facilitar la comunicación y el apoyo entre las personas a las que se les pide que se pongan en cuarentena.

Confiar en las mascotas como apoyo emocional es otra forma de mantenerse conectado. Sin embargo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan restringir el contacto con las mascotas si se contrae el COVID-19 hasta que se entiendan mejor los riesgos de transmisión entre humanos y animales.

 

 

Mantener un estilo de vida saludable.

Duerma lo suficiente, coma bien y haga ejercicio en su hogar cuando sea físicamente capaz de hacerlo. Trate de evitar el uso de alcohol o drogas como una forma de lidiar con el estrés del aislamiento y la cuarentena. Si es necesario, considere las opciones de psicoterapia online. Si ya acude a un psicólogo, comuníquese con el antes de una cuarentena potencial para ver si pueden continuar sus sesiones mediante telefóno i/o via online (Skype, zoom,…)

 

Utilice estrategias psicológicas para controlar el estrés y mantenerse positivo.

Examine sus preocupaciones y procure ser realista en su evaluación de la preocupación real, así como de su capacidad para hacerles frente. Intenta no catastrofizar; en su lugar, concéntrese en lo que puede hacer y acepte las cosas que no puede cambiar.  También puede optar por descargar aplicaciones para teléfonos inteligentes que ofrecen ejercicios de atención plena y relajación, son numerosas las fuentes que ofrecen recursos de afrontamiento y resistencia, como ejercicios de respiración profunda, imágenes positivas, relajación muscular etc.

Centrarse en las razones altruistas para el distanciamiento social, la cuarentena o el aislamiento también puede ayudar a mitigar la angustia psicológica. Recuerde que al tomar tales medidas, está reduciendo la posibilidad de transmitir COVID-19 y protegiendo a los más vulnerables.

 

¿Qué pasa después?

Después de un período de cuarentena o aislamiento, puede sentir emociones encontradas, que incluyen alivio y gratitud, frustración o enojo hacia las personas que temen que pueda infectarlas con el virus, o incluso sentimientos de crecimiento personal y espiritualidad aumentada. También es normal sentirse ansioso, pero si experimenta síntomas de estrés extremo, como problemas constantes para dormir, incapacidad para llevar a cabo rutinas diarias o un aumento en el consumo de alcohol o drogas, busque ayuda profesional, primeramente, a través de su médico de familia



[1] Documento adaptado de las recomendaciones de la Asociación de Psicologia Americana,se puede consultar texto original en https://www.apa.org/practice/programs/dmhi/research-information/social-distancing

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